El Libre Desarrollo de la Personalidad.

A través de la historia hemos podido constatar, la individualidad del ser humano se  ha visto plagada de dificultades desde la aparición de los primeros aborígenes, se vieron en la necesidad de agruparse en comunidades para protegerse entre sí, y sobrevivir; el ser humano depende totalmente de otros por meses, incluso años para ser autónomo; es por ello que crea una dependencia en todos los aspectos hasta llegar a la edad adulta, de esta manera se ve mermado con respecto al desarrollo de su personalidad, priorizando el bienestar común en su entorno.  El respeto a la individualidad del ser humano independientemente de su raza, genero, color de piel, preferencias sexuales, etc. debe ser prioridad de manera intrínseca y así influya de manera positiva en nuestra dinámica social.

De alguna manera todos dependemos de todos para que exista un equilibrio en el que prevalezca la armonía en la familia, comunidad, estados, países y en el mundo, ahora bien, si ese equilibrio se fractura, dependiendo la esfera en la que nos encontramos pudiera ser catastrófico para muchos e incluso hemos creado la manera de acabar con todo este mundo si ese fuera el caso, esperemos que no lo sea nunca.

Hoy en día, la transformación gradual en nuestras legislaciones, cultura y entorno en general deben propiciar ante todo el respeto a la individualidad de otros seres humanos, no solo jurídicamente, sino desde la empatía, creando políticas públicas y dinámicas sociales en las que se favorezca, parece simple, pero ello implica superar grandes retos que en esta ocasión nos toca desmembrar de primera mano en el entorno inmediato.