Los materiales anisotrópicos presentan propiedades físicas diferentes en diferentes direcciones. Este tipo de materiales tiene una gran variedad de aplicaciones en diferentes campos, como la electrónica, la óptica, la biomedicina y la nanotecnología. El desarrollo de materiales anisotrópicos utilizando métodos de química verde es una área de investigación emergente con el potencial de ofrecer nuevos materiales con propiedades mejoradas y una menor huella ambiental. En este sentido, la química verde es un enfoque de la química que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de la síntesis de productos químicos. Así mismo, y de manera general, la química verde se basa en los principios de la prevención, la minimización de residuos y el uso de recursos renovables. Algunas metodologías de la química verde pueden utilizarse para desarrollar materiales anisotrópicos de diferentes maneras, por ejemplo, Las plantas, las algas, los hongos y las bacterias pueden utilizarse como agentes reductores en la obtención de nanomateriales. Estos agentes tienen la ventaja de ser biodegradables y de bajo impacto ambiental. Los materiales anisotrópicos desarrollados con métodos de química verde tienen un gran potencial para una amplia gama de aplicaciones. Algunas de las aplicaciones más prometedoras incluyen la biomedicina, la remediación de aguas y en el diseño de dispositivos electroquímicos, como baterías y celdas solares.