Los suplementos a base de bacterias ácido-lácticas que se encuentran en venta en diferentes farmacias deben ser capaces de producir ácido láctico mediante su metabolismo y proveer beneficios a los huéspedes. El objetivo general de esta investigación es evaluar la capacidad de fermentación y enriquecimiento de la leche a partir de probióticos comerciales. Se evaluaron 4 probióticos comerciales: el probiótico Yakult (L. casei Shirota), leche NAN-optimal pro-3 (L. reuterium), el probiótico Lactiv (L. acidophilus, L. casei, L. rhamnosus, L. plantarum, B. Infantis, S. thermophilus) y el probiótico USANA (L. rhamnosus, B. bifidum) donde un medio de cultivo de leche inicial de 20 mL fue pasteurizado a 72°C por 20 segundos y posteriormente enfriado a 42°C. Posteriormente se adicionó 1 gramo de probiótico que equivale a un 5% del volumen total y se dejó fermentar por 3 horas. Después del tiempo indicado se escalaron los 20 mL previamente fermentados a un matraz con 400 mL tratado térmicamente como se mencionó anteriormente y se midió el pH de la leche cada hora hasta observar el pH óptimo de una leche fermentada. Dentro de los probióticos comerciales evaluados se pudo encontrar que los probióticos que trabajan en consorcio muestran una mejor respuesta de fermentación que los que son de una sola cepa, por lo que, se determinó que los mejores probióticos que fueron capaces de fermentar fueron el probiótico Lactiv (L. acidophilus, L. casei, L. rhamnosus, L. plantarum, B. Infantis, S. thermophilus) que disminuyó el pH de la leche de 6.54 a 5.16 en 6 horas y el probiótico USANA (L. rhamnosus, B. bifidum) que disminuyó el pH de la leche de 6.6 a 5.79 en 6 horas igualmente. Los valores obtenidos influyen en cuanto a la viabilidad de los probióticos, así como su almacenamiento y transporte, sin embargo, aun cuando estos no se encuentren viables es posible aprovechar diversos metabolitos para obtener beneficios a la salud.