Construir: Centro Cultural Universitario
Sala: Sala 2
Fecha: 2023-11-27 02:20 PM – 02:40 PM
Última modificación: 2023-11-19
Resumen
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de padecimientos del neurodesarrollo considerados como discapacidad (CDC, 2020). En su etiología inciden diversos factores genéticos y ambientales (Waye y Cheng, 2018; Lara-Correa et al. 2012). Actualmente se estima que uno de cada 160 niños tiene alguna forma de TEA en el mundo (OMS, 2019). Los pacientes con TEA muy frecuentemente presentan trastornos gastrointestinales (TGI), trastornos inmunitarios, trastornos del sueño y conductas alimentarias anómalas (Waye y Cheng, 2018; Reynoso et al. 2017). Tal conducta alimentaria se refleja en el rechazo a verduras, frutas y carnes, la presencia de pica, alta selectividad, pero limitada variedad de alimentos (Valenzuela-Zamora et al. 2022). Estos patrones de alimentación selectivos pueden llevar a deficiencias nutricionales que acentúan aún más los trastornos neurológicos de estos pacientes pero que afortunadamente pueden ser intervenibles (Raghavan et al. 2021; Li et al. 2018).
Los TGI en los pacientes con TEA se asocian a diversos factores morfo-fisiológicos y funcionales en el tracto oro-rectal. Se ha reportado que los TGI se asocian a diversos trastornos motores, histológicos y bioquímicos del epitelio intestinal, así como una marcada irregularidad del microbioma colónico, cuando se le compara a pacientes neurotípicos (NT; Herrera-Mejía et al. 2022, 2023; Zulkifli et al. 2022). En consecuencia, los pacientes con TEA presentan una mayor probabilidad de desarrollar TGI más serios como la enfermedad celiaca (Quan et al. 2021), sensibilidad al trigo no celiaca (NCGS, por sus siglas en inglés; Catassi et al. 2022) y alergias alimentarias (Al-Beltagi et al. 2021). Afortunadamente, la disbiosis colónica y mejoramiento en la integridad del epitelio gastrointestinal puede mejorarse sustancialmente con el empleo de alimentos ricos en probióticos, prebióticos y sus productos metabólicos (para/postbióticos; Ng et al. 2019).
En este proyecto se plantea el desarrollo y posible evaluación funcional de un helado simbiótico [probiótico (Lactiplantibacillus plantarum 128; PS128) + prebiótico (harina de cebada, Hordeum vulgare)] como una opción nutricional/funcionalmente benéfica y sensorialmente aceptable por personas con TEA, que ayude a reducir la DB y mejore los TGI de estas personas.