El cuidado y la atención de las personas que dependen de otras para llevar a cabo sus funciones biológicas y sociales, como el caso de niños y niñas se ha posicionado como una emergencia como consecuencia de la pandemia de COVID19, si bien es cierto que desde decadas atrás se habia evidenciado, a raíz de la ratificación del país a la Convención de los Derechos de los Niños (1989) y su obligatoriedad plasmada en la Ley de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes en México en 2014. Paralelamente, el tema se ha posicionado socialmente gracias a la convergencia de grandes transformaciones sociales que inciden en las dinámicas de la vida de las familias, en particular de las que se encuentran en situación de vulnerabilidad, paradójicamente, en un contexto de pobreza creciente, déficit fiscal para financiar políticas públicas y de corrupción generalizada de la administración pública. Demandas sociales que se incrementan día a día frente a la disminuida menor capacidad de respuesta del estado

Ante la ambivalencia actual de las políticas públicas de cuidado infantil en México, el documento analiza las estrategias de cuidado infantil desplegadas por familias, comunidades, organizaciones de la sociedad civil y el Estado, así como las redes, acuerdos y desacuerdos que se tejen entre los actores involucrados en este proceso, en Ciudad Juárez, en los últimos años, una ciudad maquiladora industrial, en la frontera México-Estados Unidos, caracterizada por la feminización de la fuerza de trabajo. El objetivo principal del documento consiste en visibilizar algunas de las prácticas implementadas por los diferentes actores involucrados a fin de generar elementos que contribuyan al diseño e implementación de políticas públicas de cuidado infantil, en este momento de la mayor urgencia, por parte del Estado mexicano.