En el presente texto se conjugan las ideas de Maurice Godelier en torno a la influencia de los modos de producción en las estructuras sociales, y las de L. Gotés acerca del papel que juegan las cabras en la estructura social ralámuli. Con ello se busca destacar la relevancia del estiércol de chiva en su economía doméstica, para cuestionar la conclusión de Edward H. Spicer, según la cual la introducción de cabras no produjo ningún cambio considerable en sus actividades económicas o estilo de vida. Asimismo, este ensayo es un primer acercamiento a la idea de que hay plantas y animales que influyen no en solo el devenir de los distintos grupos humanos, sino aun en la producción de los sujetos en cada cultura.

Primero se presenta el silogismo de Godelier: 1. Los modos de producción determinan la estructura social; 2. La transformación en los modos de producción trae consigo la transformación de la estructura social, y 3. A su vez, los modos de producción están condicionados por las circunstancias medioambientales. Ergo, la transformación de las circunstancias medioambientales implica transformaciones en la estructura social.

A la postre se analiza el papel que se le otorga a la shibá en las etnografías clásicas; luego se pasará revista a las observaciones de Gotés para reivindicar el papel del estiércol del ganado caprino en la vida de esta sociedad ligada a la agricultura pero asentada sobre suelos muy poco fértiles.

Esto nos pone en condiciones de justipreciar la transformación del estilo de vida ralámuli tras la introducción de las cabras en su territorio, lo que, a su vez, sugiere que el análisis de las relaciones entabladas entre plantas, animales y seres humanos, en determinada época y en determinado lugar, puede utilizarse como criterio en la investigación de la transformación y modificación cultural. En otras palabras: analizando el caso ralámuli podremos ver cómo las plantas y los animales transforman las culturas