El objetivo consiste en presentar un análisis descriptivo, interpretativo que mediante la metodología de comparación internacional permita sustentar una propuesta para implementar el ingreso básico universal en México; en el marco de apoyar el cumplimiento de la declaratoria de los derechos universales emergentes y contribuir con iniciativas que aminoren los niveles de pobreza y desigualdad en el país.

El Ingreso Básico Universal surge como propuesta que pretende contribuir a resolver problemáticas sociales y económicas que aquejan a millones de personas, pobreza y desigualdad; al mismo tiempo tanto en la literatura científica como en los reportes sobre resultados de su aplicación práctica para diversas naciones, se encuentra evidencia de que tiene el potencial de ser una herramienta útil y eficaz para disminuir los problemas antes mencionados, además de que al reducir las presiones y preocupaciones que significa tener la capacidad de satisfacer el gasto personal o familiar; estimula la creatividad, el emprendimiento de negocios, lo que a su vez, apoya la creación de fuentes de empleo y a nivel más profundo gesta sociedades libres con ciudadano capaces de elegir actividad o profesión que desean desempeñar.

La práctica real arroja evidencia que es una política pública viable financieramente, que propicia efectos económicos benéficos, en primera instancia, para la equidad al distribuir la renta, generación de condiciones macroeconómicas que redunden en empleo, inversión, emprendimiento e innovación empresarial y en último término por la vía del crecimiento económico.

Como parte de los resultados se ha propuesto un estipendio percibido sobre base periódica bajo una concepción universal, por el hecho de pertenecer a una sociedad o comunidad bajo el enfoque que ello implica residencia, intención de permanecer en el largo plazo; lo que significa brindar el beneficio a: todo residente permanente legalizado, sea adulto o infante, sin importar que desempeñe alguna actividad económica.