El presente trabajo es resultado parcial de una investigación en el que la teoría del principal-agente tiene como objetivo mostrar la relación entre estos dos actores a partir del juego de intereses que se conjugan en las asimetrías de información para la rendición de cuentas como mecanismo de gobernanza dentro de la administración pública dado que el agente tiene sus propios intereses y que el principal tiene escasa capacidad para monitorear las acciones del agente y para ejercer su poder y disciplinarlo. De tal suerte, que los objetivos del principal dependen de las acciones que realice el agente, las cuales se ven afectadas por la información preferente que este último posea.

La teoría de la agencia brinda un constructo explicativo de las relaciones que se establecen en un contrato de agencia en el que un sujeto (Principal) delega parte de su autoridad o la gestión de una actividad a otra persona (Agente). En las disciplinas de la administración pública y de la ciencia política el modelo principal-agente es utilizado para estudiar la influencia burocrática. En estos ámbitos el principal tiende a estar representado por la legislatura (y políticos en general), mientras que el agente es personificado por la burocracia.

En el caso particular de México, la rendición de cuentas de las organizaciones públicas se ha institucionalizado a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), la Auditoría Superior de la Información (ASF), entre otras, como parte integral de los desafíos de la gobernanza contemporánea. En la medida que se crean sistemas de rendición de cuentas se está ante la oportunidad de obligar al agente de reportar detalladamente al principal de sus actos y resultados, al tiempo que dotan al principal de mecanismos para monitorear el desempeño del agente, se está en presencia de una buena gobernanza.