Última modificación: 2025-06-26
Resumen
El trabajo infantil en México sigue siendo una problemática grave. Según la ENTI 2022, 3.7 millones de menores entre 5 y 17 años trabajan, es decir, el 13.1 % de esa población. En la industria manufacturera —cuarto sector con mayor presencia infantil, después del agropecuario, comercial y de servicios— destacan las ramas textil, calzado y muebles por su inserción en cadenas globales de valor. Estas industrias dependen de la producción a bajo costo, la subcontratación y la informalidad, condiciones que facilitan la participación de menores en actividades como cosido, ensamblaje o lijado, que requieren habilidades manuales básicas.
La producción descentralizada en pequeñas unidades informales reduce la fiscalización y permite a grandes empresas evadir su responsabilidad laboral. La precariedad salarial en los hogares de trabajadores sin prestaciones ni estabilidad impulsa a los menores a trabajar para complementar el ingreso familiar. Esta situación se agrava con la falta de oportunidades educativas y la vulnerabilidad económica.
La pandemia de COVID-19 intensificó el trabajo infantil por la pérdida masiva de empleos y la caída del ingreso, lo que empujó a muchas familias a recurrir a esta forma de sobrevivencia. También hubo desintegración familiar y aumento de la deserción escolar, lo que limitó aún más el desarrollo infantil y reforzó su incorporación a dinámicas laborales precarias.
Esta ponencia ofrece un diagnóstico actual del trabajo infantil en la manufactura en México, centrado en tres preguntas: ¿Cuáles son las causas económicas, sociales y laborales que lo propician? ¿En qué condiciones se desarrolla en las ramas manufactureras con mayor incidencia? ¿Cuáles son sus repercusiones en el bienestar y desarrollo de la niñez?