La presentación de la novela Strontium representa una poderosa herramienta para abatir la monotonía, no solo como experiencia de lectura, sino también como testimonio de una lucha interior tanto del protagonista como del autor. Ambientada en un futuro devastado por la Gran Guerra de Separación, la historia retrata un mundo donde la libertad y la salud están subordinadas al control de una farmacéutica omnipotente, Strontium. En este entorno opresivo, la rutina de la supervivencia diaria se vuelve insoportable, y es ahí donde emerge Aethor K. Moreno, un joven repartidor de medicamentos, cuyo tránsito desde la obediencia hacia la rebelión refleja una ruptura con lo establecido. A través de su voz, el lector experimenta una resistencia activa a la repetición vacía del orden impuesto.

El autor, que ha librado su propia batalla contra la monotonía, canaliza en Aethor un grito narrativo que desafía no solo la estructura de una sociedad mecanizada, sino también la apatía emocional que la acompaña. Strontium no es solo una historia de ciencia ficción: es una declaración de que incluso en los contextos más controlados y grises, la narrativa puede abrir fisuras de sentido, de lucha y de transformación. Al presentar esta novela, el autor ofrece una experiencia que despierta, sacude e inspira, cumpliendo así una función vital frente a la uniformidad emocional e intelectual de nuestros tiempos.