La investigación identifica cómo los docentes abordan las necesidades socioemocionales de los estudiantes en una secundaria de Rivera, donde los alumnos completan su ciclo educativo en un año y medio con solo tres horas diarias de clases. Mediante un enfoque cualitativo que incluye observaciones y entrevistas, se encontró que, a pesar de la experiencia de los docentes en la gestión emocional y en la aplicación de metodologías efectivas, hay una discrepancia entre lo que afirman y la realidad observada en el aula. El tiempo limitado y la suposición de que se están abordando adecuadamente las necesidades socioemocionales agravan la situación. Además, los problemas conductuales y familiares de los estudiantes intensifican aún más los desafíos.