Última modificación: 2022-09-28
Resumen
“Rechazar el acoso callejero también es sana distancia” es una campaña de concientización que busca romper las dinámicas de violencia contra las mujeres en el espacio público cuyo objetivo es sensibilizar a la ciudadanía del centro Histórico de Ciudad Juárez sobre esta problemática.
Con esta analogía entre las recomendaciones para la prevención del contagio de COVID19 como medidas contra el acoso callejero buscamos una reflexión colectiva que deposite la responsabilidad en quienes ejercen la violencia. Tradicionalmente las campañas de prevención siguen asignándole la responsabilidad de los cambios en las dinámicas sociales a las mujeres, cuando es una tarea de la sociedad en su conjunto y especialmente algo que deben trabajar los agresores.
Uno de los aprendizajes de la pandemia es que podemos propiciar nuevas costumbres y comportamientos en menos tiempo del que esperamos. Ahora sabemos que aunque los cambios son difíciles podemos lograrlos.
Objetivos
En primer lugar quisimos posicionar al acoso sexual callejero como una problemática real y cotidiana en la opinión pública en nuestra ciudad, a través de una campaña a nivel comunitario y local basada en información estadística desagregada y en un contexto específico.
Promover la igualdad de género a través de la creación de políticas públicas para mejorar la calidad de vida de las mujeres, a través de una modificación en el reglamento de nuestra ciudad para que el acoso callejero se nombrara y tuviera sanciones.
Estrategias
Primero hicimos una campaña a nivel mediático con spots para televisión, radio y redes sociales.
También hicimos una intervención a nivel comunitario en el Centro Histórico de Ciudad Juárez en todos los puntos de mayor incidencia de acoso callejero, donde pintamos cruceros, calles y bardas.
El transporte público es uno de los lugares donde ocurren más tocamientos sin consentimiento, por ello colocamos posters y calcomanías en más de 70 unidades donde además regalamos más del 10,000 cubrebocas con mensajes contra el acoso. Instalamos un espectacular permanente y señalética contra el acoso callejero en los puntos con mayor incidencia.
Resultados y Repercusiones
Logramos la modificación del reglamento de justicia cívica de nuestra ciudad y ahora el acoso callejero se nombra y tiene sanciones, gracias al posicionamiento de esta problemática en el debate político y al cabildeo con actores clave con quienes compartimos estos mensajes y estadísticas.
La campaña responde a una problemática social que no había sido abordada en nuestra ciudad por otras instituciones y que afecta a la mayoría de las mujeres y además lo hace de una manera novedosa. Mientras el mundo entero atravesaba una pandemia y no había otro tema en la agenda informativa encontramos la forma de utilizar la contingencia sanitaria por COVID19 para posicionar nuestro mensaje, al utilizar esta analogía con la sana distancia logramos que la campaña continuara vigente y con materiales de difusión pertinentes al estado de emergencia. No competimos con la pandemia, la utilizamos como un pretexto para seguir hablando sobre las problemáticas que viven las mujeres.
Los mensajes e intervenciones están basados en una investigación situada, con perspectiva de género y fundamento estadístico. Nuestra campaña no se quedó solamente en materiales audiovisuales, salimos a la calle, a donde ocurre esta problemática para entablar un diálogo.
Logramos un cambio de política pública en muy poco tiempo y que organizaciones y personalidades destacadas a nivel nacional e internacional se sumaran.
Logramos un equilibrio complejo al invitar a los hombres a que se sumaran a esta reflexión sin tener una postura antagónica ni complaciente.