Desde la pradera a parajes desérticos, avisaba el ferrocarril, la llegada de Mabel Welch consigo. Una mujer que marca un precedente en su vida y la historia de la ciudad de El Paso, Texas. En los albores de inicio de siglo XX.

Mabel Welch, una joven dedicada al diseño de interiores, deja DeKalb, Texas junto con su marido Hiram Malcolm, dirigiéndose al desierto de El Paso, Texas buscando prolongar la vida de este, enfermo con tuberculosis. Mabel e Hiram lograrían establecer la constructora donde tomaría las riendas Mabel Welch posterior a la muerte de su marido. Este suceso la empuja a estudiar arquitectura, por correspondencia, haciéndola la primera arquitecta mujer registrada en la región.

De las encomiendas otorgadas a la arquitecta Welch que marcarían su trayectoria profesional, fue la de visitar la Ciudad de Chihuahua con el objetivo de permearse de los estilos, detalles y ornamentos que la “Better Class” capitalina utilizaba en sus calles y edificios. Ya que, los Paseños querían adoptarlos como ejemplo para construir una ciudad moderna y pujante.

Artículo de corte histórico y biográfico que versa en mostrar la vida de Mabel Welch y su trascendencia en una época donde salir y acceder a trabajos propios del hombre, era impensable para una mujer.

La narración esta contada a partir de la recolección de archivos históricos, notas del periódico “Herald Post” de El Paso, Texas. Así como, el mismo diario escrito por la protagonista; fotografías y visitas a residencias de su autoría, que aún permanecen sembradas en la ciudad y que son parte del acervo histórico. Esto, para mostrar y engrandecer la vida de la arquitecta Mabel Welch, así como, su trabajo y aportes de influencia hispanoamericana implementados en el vecino país.