La parentalidad positiva ofrece una serie de conductas y actitudes alternativas a la crianza tradicional, es decir, aquella que se apoya en prácticas aversivas de control, ya que desde este enfoque promoverá en los cuidadores de principios como el cuidado, protección, orientación, reconocimiento, capacitación y una educación sin violencia, para un sano desarrollo físico y mental de sus hijos/hijas.

Dado a que el maltrato infantil, consta de ser práctica frecuente, como estrategia disciplinaria en los hogares. Siendo los cuidadores quienes agreden a los infantes, lo que origina consecuencias negativas a corto y largo plazo para las víctimas.

En este sentido México, ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial en violencia infantil; por lo que resulta pertinente crear programas que den apoyo a la labor parental. ya que en México la documentación científica es relativamente poca a diferencia de otros países como Australia, España, Estados Unidos y Chile.

Ya que únicamente existe un programa de parentalidad positiva, en el cual destaca limitaciones referentes a cuestiones metodológicas, como lo son la falta de grupo control y de asignación aleatoria, lo que imposibilita que los resultados puedan generalizarse.

Tomando en cuenta estos problemas se propone diseñar un programa grupal de parentalidad positiva en prevención del maltrato infantil en cuidadores principales.