El autismo es una condición que implica una afección en ámbitos de desarrollo social y habilidades emocionales, tanto de reconocimiento como de expresión. Estas dificultades tienen diferentes umbrales de afección en cada individuo, tales como dificultades de convivencia en el núcleo familiar.

La literatura indica que los cuidadores se proponen un gran reto cuando se presenta la crianza de un menor con condiciones relacionadas con el neurodesarrollo, debido a las implicaciones conductuales y de comprensión o maduración que pudieran presentarse. Esta situación puede generar en el cuidador: sobrecarga de trabajo, desgaste, niveles de estrés parental alto, sentimientos de estancamiento, desamparo, y cambios importantes en el estilo de vida. Generalmente se relaciona este resultado con la escasez de habilidades relacionadas a la crianza, así como la incertidumbre y desconocimiento del TEA.

Se utilizaron los metabuscadores ScienceDirect, ResearchGate y Dialnet. Con las palabras TEA, ACT y crianza. La revisión concluyó que en esta población las intervenciones se direccionan al desarrollo de habilidades comunicativas entre el cuidador y la persona con TEA. Este planteamiento deja de lado variables como la flexibilidad psicológica, que permite la disminución de la evitación experiencial, lo que aumenta en los cuidadores el apego al tratamiento, la gestión emocional, mejora la postura hacia la crianza, aumenta la calidad de vida y la convivencia familiar.

Este trabajo presenta la propuesta de intervención con diseño de 12 sesiones de 90 a 120 minutos cada una y está basada en Terapia de Aceptación y Compromiso con el complemento de análisis conductual aplicado. Esta combinación de modelos propone ampliar la flexibilidad psicológica del cuidador para permitirle aplicar técnicas de modificación conductual más eficazmente.