Motivos

Motivos

¿Cómo definir los contextos de emergencia?, ¿de qué manera la investigación en arquitectura se posiciona frente a la novedad o cambio drástico?, y mejor aún ¿de qué formas las situaciones insólitas, o alteraciones paulatinas que dan cuenta de la sospechosa normalidad, contribuyen a definir o desdibujar las agendas de investigación en arquitectura?

Este coloquio invita a reflexionar las relaciones entre arquitectura y otras ciencias y disciplinas, en el espacio de cambio drástico e incertidumbre, para abrir una discusión sobre las razones y el sentido de las trayectorias en investigación.

Podría aludirse a situaciones de emergencia muy familiares: las crisis de migrantes en el mundo, pues vemos gente sin hogar reunida en las garitas de frontera o encerrada en albergues; el movimiento forzado de personas y la violencia en la cotidianidad, que sugieren revisar certezas tenidas sobre lo público y lo privado; los efectos de las inundaciones, ciclones, terremotos y sequias, aunque su razón se ubique en decisiones humanas; en fin, y ahora las epidemias. Pero en una temporalidad más larga igualmente cabrían otros contextos que han tendido a volverse normales, como los efectos de la urbanización salvaje, la vida en climas extremosos, la vigilancia y controles sostenidos de flujos de personas y mercancías, los procesos de obsolescencia y la memoria efímera, la condición binacional y el valor del dinero, e incluso las estéticas estridentes que sugieren el exceso de motivación frente a la ausencia de talento. Una vuelta al pasado quizás demostraría que en realidad hay muy pocas situaciones únicas, insólitas o novedosas.

El problema parece estar en las maneras como se concibe la normalidad y la alteración o el cambio. Al menos desde la teoría de sistemas, la novedad podría aparecer de dos maneras: como una condición del sistema que produce algo que es distinto a la simple suma de sus partes; pero también por la introducción de un elemento artificial, ajeno al sistema, y que lo modifica, convirtiéndolo en algo diferente de lo que era. Pero ¿cuántas vías más puede haber para explicar la aparición de algo nuevo y distinto?, y ¿cuáles ayudan a orientar la investigación en arquitectura?

Se suma el hecho de la proliferación de posgrados en Arquitectura en los últimos treinta años, con resultados en la especialización de la docencia y la investigación. Si bien, unas veces la investigación ha transitado por métodos rutinarios, en otras se ha enriquecido del diálogo con ciencias y disciplinas, pero ¿necesariamente ha girado siempre en torno a la resolución de problemas concretos? En este panorama, ¿estaríamos ante la proliferación de individualismos metodológicos o acaso puede hablarse de uno o varios métodos bien establecidos?