Se diseñó un reactor fotocatalítico que emplea nanofibras de sílice-titania con diámetro promedio de 214 ± 71 nm para la degradación de materia orgánica mediante procesos de fotocatálisis. Las nanofibras fueron preparadas mediante el método sol-gel y la técnica de electrospinning, ofrecen una alta área superficial, lo que maximiza la eficiencia de la fotocatálisis. La incorporación de sílice a la matriz de titania no solo mejora la estabilidad térmica y mecánica del fotocatalizador, sino que también optimiza la dispersión de la luz, aumentando la eficiencia en la absorción de fotones con porcentajes de degradación del 100% de naranja de metilo en 9 horas.