Con la creación de la placa de la sonda Pioneer, en 1972, los científicos se encontraron ante la problemática de emitir un mensaje que pudiera ser comprendido por posibles inteligencias fuera del sistema solar. Este ejercicio supuso un problema comunicativo y semiótico que podía ser resuelto a través de imágenes, gracias a su capacidad de trascender más allá del lenguaje escrito. Sin embargo, los autores de la placa original no contaban con conocimientos en semiótica o comunicación, lo que mantuvo en un papel secundario el problema del desconocimiento del contexto del receptor, en este proyecto se realiza un análisis semiótico de dicho problema, de los mensajes contenidos en la placa y a su vez, se propone, a través de este ejercicio un rediseño de la placa, en un intento de mejorar la información contenida, despojada, en una mayor medida, de la información del contexto del receptor.