En México existe un incremento de casos de infantes diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista y las necesidades de las personas con autismo, se ha convertido en una situación digna de ser atendida con especial cuidado. Los espacios interiores destinados a la educación de los infantes autistas requieren de un diseño interior que les ayude a mejorar su estado anímico y les permita ser más receptivos a los estímulos externos que favorecen su desarrollo y aprendizaje. El objetivo es coadyuvar en la mejora de las condiciones en sus áreas de terapia y estudio. Esta investigación hace hincapié en el diseño incluyente por medio del análisis y estudio de una paleta de colores publicada en la investigación de la embrióloga Stephanie Abi (2020), en contrastación con los resultados que surgieron a partir de una entrevista semiestructurada aplicada a maestros y psicoterapeutas de la localidad, con experiencia en el trato con infantes autistas.